De pequeña nunca tuvo mascotas: «Estudiaba interna en un colegio y lo más parecido eran las gallinas de las monjas. Eso sí, me gustaba mucho darles de comer»
Carlos Benito – Domingo, 27 de Mayo de 2018
Normalmente son los humanos los que eligen a sus animales, pero a Blanca Estrella Ruiz ya le ha ocurrido dos veces lo contrario. Si no fuese por eso, quizá nunca habría llegado a tener mascota. La primera fue Cristina, una gata que le regalaron a su hijo: «A él nunca lo quiso. Era una gata muy especial, muy mala con todos menos conmigo: a mi hijo ni siquiera le dejaba entrar a mi despacho ni a mi habitación. Me duró 19 años, se murió de vieja y las pasé canutas. Pensé que ya no quería tener más animales, pero resulta que, dos años después, el perro también me eligió». Ese nuevo flechazo tuvo como escenario un mercado en un pueblo francés. Una granjera tenía a la venta una camada de varias hembras y un macho, que estaba solito y sediento dentro de una caja. «Mis amigas se pusieron a darle agua, pero él solo me miraba a mí. La señora francesa empezó a insistir en que el cachorro me había elegido, y yo le contestaba que no sabía cuidar perros, que cómo iba a estar bien conmigo. Al final me lo regaló, porque dijo que le daba tranquilidad dejarlo con quien él quería y que, si no me lo llevaba, lo iba a tener que sacrificar. En cuanto lo cogí, todo fueron alegrías y lametones». Leer el resto de la noticia…